yoga prenatal
Estás embarazada, enhorabuena!! La metamorfosis comienza, cambios visibles e invisibles se producen en tu “cuerpo y mente” durante toda la gestación de tu bebé. El organismo trabaja incansable para gestar ese nuevo ser y esa gestación implica modificaciones, no sólo físicas, que son los más evidentes, si no también psicológicas y emocionales y que nos descubren facetas desconocidas. Una manera nueva de habitarnos y la oportunidad de poner más atención, de redescubrirnos, de conectar con nuestra intuición en esta maravillosa nueva etapa.
Tiempo de adquirir nuevos compromisos con el bienestar y cuidado de tu cuerpo y el de tu bebé, lo que te puede conducir, futura mamá, a ser consciente de la extraordinaria y mágica experiencia que supone dar vida a un ser humano. Tiempo también de aprender a esperar sin temor durante estos 9 meses.
Cambios que se traducen en aumento de peso paulatino, cambios cardiocirculatorios (el corazón de una embarazada trabaja alrededor de un 50 % más), transformación en riñones y sistema urinario, modificaciones en el aparato digestivo, cambios en la piel, cambios posturales en la espalda para compensar el aumento del abdomen materno y mantener el centro de gravedad.
Y aquí está el yoga prenatal y MUSGGO YOGA para ayudarte a:
Tomar consciencia de tu nuevo estado, de los ritmos naturales de todas las transformaciones que ocurren durante la gestación, de favorecer el bienestar físico, mental y emocional de tu nuevo viaje.
Fortalecer el vínculo con el bebé que estás gestando.
Mejorar el tono físico y la flexibilidad, aliviando tensiones musculares y mejorando tu postura corporal de la espalda.
Equilibrar el sistema nervioso autónomo: frecuencia cardiaca, respiración, digestión, circulación, sueño, sistema hormonal…. contribuyendo a la mejoría y descenso de toda esa sintomatología a veces negativa asociada a la gestación.
Mejorar la sensación de control, equilibrio, seguridad.
Contribuir a una más pronta recuperación post- parto
Conectar con la respiración como apoyo durante todo el embarazo, facilitando una mayor consciencia del proceso, de la presencia del bebé, porque contribuye a disminuir los niveles de ansiedad y favorece un estado de mayor serenidad y felicidad.
Las asanas (posturas), la meditación y la atención en la respiración sirven para que con movimientos suaves y fluidos puedas conseguir dar más espacio a la pelvis y al bebé y poder facilitar el parto.
Es aconsejable practicar Yoga a partir de la semana 12 de gestación. Durante las clases de yoga prenatal las posturas se van adaptando paulatinamente a lo largo de la embarazo para que resulten beneficiosas en cada etapa, siempre con escucha al cuerpo, movimientos suaves y fluidos. Es muy importante evitar posturas que compriman el abdomen, y evitar cansarse.